Subimos la montaña a pie con los parapentes a la espalda Duruduelo y yo por la zona mas escarpada, el cortafuegos, ya que era el acceso con menos nieve. Una hora mas tarde llegaría a la cumbre Lookus aventurándose por la subida del camino que normalmente recorre el 4x4 y se hacia inexpugnable a cualquier vehículo estos días cubierta, como se podia ver desde el cielo, por una gruesa capa de nieve. El vuelo fue impresionante. Llegamos a la base de las nubes y cedimos en nuestro empeño de permanecer en el cielo empujados por el frío que nos congelaba las manos. Aun así el placer de ver sobrevoladas las montañas nevadas.. y su reflejo inusual en el pantano.. merecieron el dolor de congelación que nos acompaño esa tarde en las manos a varios de los que nos aventuramos al cielo en este uno de los primeros días volables desde que comenzó el año.